martes, 11 de mayo de 2010

Yo no quiero ser rica...

En estos últimos años de mi vida, por suerte o por desgracia, comparto muchas horas con un capullo integral podrido de dinero. A veces, incluso, es buena persona (pero creo que lo hace para limpiar su mugrienta alma), y lo peor de todo es que basa su comportamiento en que "¡en esta vida, para que te respeten, hay que ser un cabrón!" (HAY QUE JODERSE!!!). Usa su riqueza para aprovecharse de todo aquel que lo rodea, y que por algún motivo, lo necesita. Y con los tiempos que corren, cada vez hay más necesitados, y, por lo tanto, mi "particular desalmado" se siente, día a día, más asquerosamente poderoso.
Yo, que estoy a un lado de eses negocios, observo, con mucha tristeza la situación y me limito a cumplir con mis obligaciones, pero... no dejo de pensar una y otra vez en qué haría yo si tuviese esa cómoda posición, en si fuese yo la podrida de dinero...
Desde luego, me vienen a la cabeza mil y una maneras de pasármelo teta!!!!
- Remataría las obras de mi casa, haría un jardín precioso para poder disfrutarlo con mi familia, lleno de árboles y plantas aromáticas, con una piscina y una zona para las barbacoas de los domingos. Pero nunca renunciaría a vivir en mi casa.
- Viajaría por todo el mundo, y repetiría ciudades (sobre todo Nueva York...jejjejeje), más que nada para enseñarles a mis hijos valores que, sin viajar no se aprenden.
- Posiblemente me comprara otra casa, de esas que salen en el program de la sexta, violando impudorosamente la ley de costas (que para eso tengo dinero!!! jajajajaja).
Pero, lo que nunca haría (o eso creo), sería enriquecerme a costa de las desgracias ajenas. Intentaría ser justa con los que me rodean y darle a cada uno lo que le corresponda, sin quedarme con nada de lo suyo, porque esa ganacia "extra" me carcomería y no me dejaría disfrutar de los placeres que otorga el dinero.
Desgraciadamente, creo que la riqueza, de alguna manera, nubla la vista, y lo único que es capaz de generar es, la ambición de querer tener más, para ver satisfechos sueños que nunca lo fueron, sin pensar a quién estamos pisando para conseguir nuestro objetivo. Tendríamos casa, jardín, piscina, viajes, pero no los valoraríamos porque estaríamos muy ocupados pensando en cómo joder al prójimo para ser más (más imbéciles, claro).
Es por ello que.... yo no quiero ser rica!!!! jajajajaj, porque así seguiré trabajando con la ilusión de ver, algún día no muy lejano, a mis hijos correteando por el jardín de nuestra casa, ya rematada. Esperaré a las vacaciones para llevármelos a explorar algún lugar desconocido, y, sobre todo tendré mi conciencia tranquila, sabiendo que todo lo que tengo es fruto del trabajo bien hecho, limpio y sin haberme llevado a nadie por delante.
Disfrutaré de los placeres que me dá la vida y que ninguna Mastercard puede comprar... aunque si me toca la lotería no me pienso quejar....jajajajaja.
Si, si... éste es el consuelo de los que no somos ricos o millonarios, pero...
En definitiva, soy feliz tal y como soy y con lo que tengo, y eso no me lo puede pagar ningún capullo integral podrido de dinero.

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