Adios Mencía...

Hoy es un día triste para mí...

Hace poco leía en uno de los blogs a los que soy adicta, que a veces, cuando estamos tristes, parece que el cielo se alía con nuestro corazón, y, al igual que nosotros lloramos, él también se nubla y deja caer su lluvia. Pues hoy, amig@s mí@s, hoy...debería de estar lloviendo.

La dulce espera de una futura madre se vió truncada el domingo pasado. Todo iba bien, muy bien. Mencía crecía fuerte en el vientre de su orgullosa mamá. Y Laura soñaba con el día en el que podría ver su carita, se ilusionaba con cada patada que le daba y, poco a poco, y durante esos 6 meses y medio que la naturaleza les regaló, se fue forjando ese vínculo tierno y adorable que sólo una futura mami puede experimentar.

Pero el domingo todo cambió, y esa asquerosa enfermedad (preclapsia), fue la culpable. Laura ingresó muy malita (aunque aparentemente no lo parecía), y Mencía empezaba a notar las consecuencias de esa enfermedad. Al poco de ingresar, y despues de mucho caos, nacía nuestro angelito, muy débil aunque con la fuerza suficiente para poder llorar. Pesó poco, muy poco...

Pasó la semana y nos fuimos ilusionando al ver que ella seguía respirando....

Ayer no pudo más. Su pequeño cuerpecito no aguantó, y la dulce Mencía durmió, mientras sus tristes y desconsolados padres la arropaban, la despedían. No quiero ni pensar cómo fué esa despedida...

Es por eso que hoy mi corazón está triste, triste por el dolor de mis amigos, aunque con el consuelo de saber que pudo haber sido peor.

Hoy el cielo debería de estar llorando, pero creo que no lo hará, porque ahora tiene un precioso angelito más, porque ahora tiene a la pequeña Mencía.