sábado, 15 de enero de 2011

El gen misterioso


Cuando estudié anatomía nadie me explicó qué órgano, célula, mecanismo... de la mujer (y sólo de la mujer) la hacía tan diferente a su compañero de cama (si es que duermes con un hombre, claro!!!). Porque si, de lo que algo estoy convencida es que, nosotras tenemos algo "especial" que nos caracteriza (y no son seis brazos como la chica del dibujo...).
Muchos de vosotros (y digo vosotrOs) estareis bufando...jejejeje... o pensando..." ya está esta de rollo feminista", pero es así.
No sé qué es, pero esa cosa extraña nos hace, saltar de la cama, en plena madrugada, cuando presentimos que el aliento de nuestros bebés cambia de ritmo, o si esa tos está durando más de la cuenta (os aseguro que hace un par de años yo dormía como un tronco... NADA lograba despertarme...). Gracias a eso, somos capaces de intuir que nuestros peques están en apuros, y, no me preguntéis porqué, pero siempre llegamos a tiempo de "salvarlos".

También nos capacita para recordar las 345 cosas que necesitamos meter en la maleta, antes de salir de viaje, y, del mismo modo nos hace recordar, según estamos cerrando la puerta, que se nos queda algo en el tintero.

Hace que, de forma milagrosa, en nuestros bolsos cojan, la cartera, un minineceser de urgencia con cositas básicas de chapa y pintura, las llaves de casa y coche, un paquete de kleenex, un minibotiquín de emergencia con tiritas, nolotil, almax y la barra de arnidol. minicrema de manos, teléfono, block de notas y boli, un par de pañales, algún pañuelo con mocos de Sara, un tubo de pasta al agua y un paquete de toallitas de bebé. Ésto es lo básico, siempre se puede aumentar...
Somos capaces de poner una lavadora mientras hablamos con el médico del 061, porque nuestro niño tiene demasiada fiebre, y con la otra mano comprobamos dicha temperatura.
Cambiamos el pañal tramendamente cagado a un bebé que no para de llorar y, mientras, intentamos razonar con otro que, bajarse los pantys y quitarse el pañal solita no es buena idea (sobre todo si intenta escapar carriendo con los pantys por los tobillos y el pañal medio colgando). Todo esto sin perder los nervios, obvio.
Jugamos al pilla con el bebé 1, mientras hacemos reir al bebé 2, después jugamos con 1 y 2, intentamos dormir a 2 mientras le contamos un cuento a 1 y... al final, la que se queda dormida soy yo.

Somos capaces de curar con besos. (gracias Princesa).
Podemos estar guapas sin haber pasado por la peluquería en MESES!!! (esto es autoconsuelo)...jajaja.
Todo ello sin olvidar que también somos Trabajadoras, Hijas y Esposas.
Y nunca, NUNCA, falta una sonrisa en nuestro rostro.
Bueno... podría seguir... pero lo dejo para otro post.
Y vosotras... tenéis ese "Noséqué"???...

4 comentarios:

  1. Yo, que tengo dos hijos varones, a veces siento alegría, porque su vida será mucho más sencilla que si hubieran sido niñas. Pero se pierden toda esa capacidad. Tu bebé es muy pequeño, pero te partirás de la risa cuando veas que los niños son incapaces de caminar comiéndose una galleta, o llevando un libro en los brazos.... Me ha gustado mucho tu post, tienes mucha razón.
    Un petonet

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  2. me encanta y es real como la vida misma, en fin afortunadas que somos
    besosxxx

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  3. Ana, Princesa: jajajjaja, en serio!!!, no pueden comer una galleta y caminar al mismo tiempo!! jajajaja, me fijaré. Por ahora, en habilidades, mi bebé 1 (Sara) gana a mi bebé 2 (Martín).
    Ana: En tu casa, triple fortuna no?? jajajaja.

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  4. Pues...creo que lo que a mí me falta es la sonrisa esa de la que hablas, siempre en la boca jajajaja.

    Normalmente acabo de muy mal humor.

    Aunque, tengo que reconocer que mi señor es casi casi más amo de casa que yo, y se encarga de la casa en un 50% si no más...

    Sé que tengo mucha suerte. Pero, nadie me quita que después de hacer lo que me toca en casa, toca pelu, manicura, depilación, mascarillas...

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