lunes, 27 de junio de 2011

26 de Junio y 1 año

El tiempo pasa, gracias a Dios, y nos va haciendo mayores. A tí también.

Hace un año que toqué por primera vez tu piel. Era húmeda y estaba calentita. No lloraste, ni me miraste. Ni siquiera te moviste. Aquella mujer que te posó un microsegundo en mi vientre, vacío ya sin tí, te arrebató de mis brazos cuando apenas te empezaba a acariciar. Pensé que sería normal, aunque me moría por cogerte y comerte a besos.
Mientras la matrona acababa su trabajo e intentaba entretenerme dándome ánimos y felicitándome por el trabajo hecho, yo no te perdía de vista. Estabas casi muerto y yo no lo sabía.

Cuando llegaron los pediatras, preguntaron la hora del alumbramiento y te intentaban traer, otra vez, al mundo. Yo observaba con terror. Cada masaje que te daban y cada bocanada de aire que te insuflaban me la quitaban de las entrañas.
Mi corazón ya no podía ir más rápido, en cambio el tuyo no sabía cómo latir sin mi. En silencio te dí ánimos y te invité a quedarte conmigo. Tenías que respirar. Debías de llorar, y apenas te sentíamos. Al rato comenzaste a quejarte. No llorabas, te quejabas. Aunque con éso ya me bastó.

Jamás olvidaré esos 6 minutos en los que te jugaste la vida por no querer respirar sin mi. Jamás!.

Los pediatras, pasado el susto, se acercaron a la camilla en la que yo estaba y me dijeron que te había costado hacerte a la vida. Que necesitarías un poco de ayuda y que te iban a llevar a un sitio seguro en el que controlarte mejor.

Pasó todo tan rápido que me quedé paralizada. Sin saber qué hacer o cómo reaccionar. Estaba claro que si era lo mejor para tí, debería dejarte en manos de aquellas mujeres, pero yo no me quería quedar así. Vacía y sin tí.

Esa misma tarde pedí verte. Necesitaba estar contigo. El personal accedió y tu padre me llevó en silla de ruedas a la U.C.I. de neonatos. Mis latidos iban al compás de los ruiditos de aquellas máquinas y, allá al fondo, al lado de la ventana, en una incubadora llenito de cables estabas tú.

Cogí fuerzas para no llorar, porque en el fondo te tenía allí, vivo. Te hubiera querido coger entre mis brazos, en mi regazo, tooooda la  tarde. Pero no fue posible, y me tuve que conformar con acariciar el trocito de piel que no estaba cubierto de esparadrapos.

Te pusiste bueno muy pronto. Mucho antes de lo que todos pensaban y finalmente te pudimos traer a casa con toda la familia, que te esperaba con muchas ganas de conocerte.

Un año después celebro tu nacimiento por partida doble. Te miro y recuerdo aquel susto, aunque quiero borrar de mi retina a aquel recién nacido débil, con respiradores, sueros y cables por doquier.

En este año has pegado un cambio brutal y con tus avances nos dejas boquiabiertos. Ahora ya puedo decir que eres un niño normal, y cuando te veo caminar a trompicones se me cae la baba de lo valiente que eres.

Felicidades bebé. Felicidades Martín. Tienes un añito y ya nos has robado el corazón. Qué serás capaz de hacer ahora??

19 comentarios:

  1. Felicidades a ese niño tan valiente... y a la mamá. Los que cuestan suelen tener premio, Leles. Un besazo

    ResponderEliminar
  2. parece mentira como un ser humano tan pequeñito y frágil tenga esa fortaleza para agarrarse a la vida, todo salió bien y Martín es un valiente, y tú también, así que felicidades a los dos.
    besosxxx

    ResponderEliminar
  3. espero que me deje escribir.....
    ole, ole y ole,....por ese niño tan valiente y por la madre que lo pario...sin mas,....solamente que hay que olvidar los momentos malos, pero tu sabes que eso te lo digo yo, jajajjaja, que pase las 4 horas peores de mi vida sin saber como estaba mi pableras,....pero ahora cuando los vemos jugar se nos olvida todo....bicos para toda la familia

    ResponderEliminar
  4. Felicidades al peque y a tí, ya se ve que sois luchadores. ¡Disfrutaros!Un besico

    ResponderEliminar
  5. Pesoleta... los primeros meses lo pasé un poco mal (a solas), pues lo miraba y pensaba que le habrían quedado secuelas de estar tanto tiempo parado. Cada día me convence de que no es así. Es muy listo y ahora ya se mueve más. Martín fue un regalo imprevisto. Ahora es más que un tesoro.

    Anita... mi niño es para echarse a temblar!! Ahora ya sé porque estaba tan tranquilo hasta hace poco... y es que estaba cogiendo fuerzas para dar mucha caña ahora!!!!!

    Rosa... ya no te digo nada porque tú, más que nadie, conoces mis comeduras de tarro. Y yo las tuyas... jajajajajaja. Tenemos a unos campeones. Que no levantan cabeza de los mocos que tienen, pero campeones!! jajajajaja

    Mariapi... Gracias. Martín no se podía permitir el "lujo" de irse sin conocer a su familia. Con lo que lo queremos!!!!. Fue un comienzo diferente. Ahora es un niño normal, travieso, inquieto y con muchas ganas de aprender. Va un poco más lento, pero cada uno tiene su velocidad, y yo tengo que respetársela.

    ResponderEliminar
  6. Muchas felicidades (llevo no sé cuántas entradas felicitándote) y muchas felicidades a Martín por la familia que le ha tocado

    ResponderEliminar
  7. Leles, guapísima... ¡Bien por este campeón! Felicidades a los dos. Mira... mientras te leía se me ha quedado el corazón en un puñito. Esos minutos te debieron de parecer eternos. Supongo que después debiste de valorar mucho poder ir a casa con tu bebé. Qué rico es, con su velita y la corona de príncipe azul...

    Un beso, leles. Enhorabuena por el año de Martín y los cuatro del anterior post.

    ResponderEliminar
  8. Pater... mucho me temo que en el siguiente post tb me vas a tener que felicitar... jajajajajajajajaja. Muchas gracias,otra vez. Martín es nuestro particular tesoro.

    Sunsi... esos minutos... realmente no sabes qué está pasando, intuyes que algo va mal, pero no te lo crees. Ahora lo pienso y me entra pánico. Pero en aquel momento lo viví de una manera muy diferente, con miedo pero diferente. Durante los primeros meses me acercaba a su cunita y lo miraba convencida de que mi bebé no estaba bien. De que no era normal. Poco a poco fue despertando de su letargo y, aunque a día de hoy no hace muchas cosas que "debería" hacer, es un niño muy normal y muy listo.
    Y si, cuando empiece el cole, necesita alguna ayuda, aquí estaremos para brindarle nuestro apoyo. Pero creo que no hará falta, pues él ya se las apaña muy bien.
    Biquiños

    ResponderEliminar
  9. :))))))))))

    Deberíamos aprenders siempre de ellos, de esos peques que están decididos a superar cualquier contrariedad.

    FELICIDADES MARTÍN!!!!!
    Por ser tan valietnte, por tener esos ojos, por tener esa mami... y por tu primer año de correrías.


    (Es cierto, todo se ve diferente cuando se está agotado... )

    Un abrazo muy fuerte a la mami.

    ResponderEliminar
  10. ¡¡MARTIN!! Felicidades.

    Cuando seas mayor te enseñaré a conducir.
    No te fíes de los otros mayores.
    Yo te convertiré en un campeón.

    ¡Ea!

    ResponderEliminar
  11. Enhorabuena a los dos. Martín felicidades! Leles, yo nací prematura y con muchos problemas tambien, y mira, tambien los supere todos muy pronto, y aqui estoy. Son normales tus miedos, pero ya veras como sigue demostrandote que es un campeón

    ResponderEliminar
  12. Ana... muchas gracias. Es cierto que los chiquitines nos enseñan las lecciones más importantes de la vida. Él ya me ha dado mucho.

    Driver... jaajajaja, ok, pero no me vengas diciendo después que el chiquillo le dió un golpe a tu ferrari!! jajajaj

    TC... si es la mitad de valiente que eres tú ya es muy valiente. Gracias.

    ResponderEliminar
  13. FELICIDADES MARTIIIIIIIIIIIIIIIN!!!!!!!!!!!!! Un beso muuuuuuy grande!!!

    ResponderEliminar
  14. Pues sí, vaya racha de felicitaciones. El anterior post con su cuento, es precioso, pero este con la historia de Martín, más que emotivo.
    Ay! Leles a disfrutar de esos hombres que te rodean.
    Un besazo,

    ResponderEliminar
  15. felicidades a tu peque y vosotros!!
    un besazo y muchas gracias por estar ahí gracias por tus palabras !!

    ResponderEliminar
  16. ...menudos minutos leles!!! nunca sabré en primera persona lo que puede ser eso... De todas formas felicidades a Martín y a Martín por la mami que tiene. No sé si en la fiesta le pegaste antes un "bocadito" (es como un biquñino) antes al pastel o a tu bebé!!!

    ResponderEliminar
  17. Silvia........ graaaaaaaaaacias. Sabes que te lo tengo guardadito para tu preciosidad de hija, verdad??.

    MElon... pues sí, tengo unos hombrecillos en casa que son para comérselos a los dos. Tendré que ir catando poco a poco...ummmm.

    Marta... muchas gracias. Acabo de ver tus fotos en N.Y. y me ha entrado una envidia cochina!!!!.. jajajajaja, estás guapísima, te sienta fenomenal el azul, y el vestido parece muy cómodo. Por tu cara puedo adivinar que te lo pasaste un poquito bien... jajajajaja. Un beso.

    Tomae... yo tampoco te quiero imaginar pasando la misma situación en una sala de partos... espero que no!!!.
    No te creas, Martín no se deja catar así como así, no le gusta mucho que lo sobemos... jajajaja (se parece al padre... jajajaja) sin embargo la tarta.... uffff qué pecado!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  18. uf, imposible no acordarse de algo así en el primer cumpleaños. Dobles felicidades entonces! Madre mía, que 6 minutos más horribles. y luego no poder abrazarle...Felizmente todo acabó bien. Si es que con los hijos llegan las mayores alegrias pero también los mayores miedos.
    mamareciente
    www.megustasermama.blogspot.com

    ResponderEliminar
  19. Mamareciente, sí, es imposible. Mi marido piensa lo mismo que tú con respecto a los hijos. Ellos son nuestra mayor debilidad y son los que nos vuelven frágiles. Nuestro talón de aquiles.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...