viernes, 2 de septiembre de 2011

Ojos que me veis...



...¿qué quereis?.


Mirada tímida que escondes mil secretos. Se me clavan tus pupilas y me gritan sin poder hablar.
Tu alma pide auxilio y tu cuerpo no lo quiere escuchar.


Te miro y me das lástima pues no hay peor ciego que el que no quiere ver, siempre fue así. Y tú, querido, eres el ciego más tozudo.
También me dá rabia. Porque eres un buen chaval. Eras trabajador y tenías buena voluntad. Ahora, esa niebla que te cubre, no te deja ver con claridad y te confunde una y otra vez. Y caes, y recaes una y otra vez.

¡¡¡¡¡¡¡Maldita mierda!!!!!

Engañas a tu corazón con promesas que se quedan en eso, pues se esfuman con la brisa del verano y se olvidan con el gélido frío del invierno.  Y lo peor de todo es que piensas que los confusos somos nosotros, y resulta que tu engaño ya lo vemos venir (por eso no nos decepciona).

Quisiera decirle a esos preciosos ojos (herencia de tu madre) que no se equivoquen más. Que no te hagan más daño... porque te lo estás haciendo... Que no hagan más daño.... porque nos lo están haciendo.

Lástima que no me quieras escuchar. Porque oir, me oyes. Nos oyes.

Aunque sé que no hay antídoto contra tu dolor, espero que poco a poco te cures. Porque estás enfermo. Sí, enfermo. Y espero que no enfermemos nosotros, porque es duro convivir con quien no quiere vivir, porque tiene el alma malita.

Le pido al Cielo fuerzas para todos. En especial para tus padres, porque lo necesitan. También pido por esa madre que tiene el corazón partido.

Y doy gracias por enviarnos a dos angelitos que disipan males con sus carcajadas. Gracias Señor, nos hacían mucha falta, sobre todo, a ella.

Chico, te queremos mucho. No lo olvides. Y, nunca, nunca te dejaremos solo. 

14 comentarios:

  1. Leles...¡qué mirada la de la foto que has colgado!
    Has dicho algo que a veces pasa desapercibido. Un chico que está enfermo arrastra también a la gente que le quiere. Sea lo que sea, leles, es alguien que te importa, alguien a quien quieres. Ahora mismo una oración por él, en cuanto le dé al cuadradito "Publicar".

    Un beso, niña linda

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  2. Ahora no nos escondemos al hablar de él. Es mi cuñado quien está enfermo. Una esquizofrenia paranoide. Los males del alma (que lo llamo yo). Es muy duro, pues nos arrastra a todos, sobre todo a mis suegros, que pelean día sí y día también contra sus, a veces, idas de olla.
    A veces piensas que lo hace a propósito. Que lastima queriendo, pero, si apartas tu corazón, fríamente puedes darte de cuenta que está malito y que no es él el que hiere.
    Es difícil.
    Pero bueno. Yo quiero ser optimista, y no le doy importancia a sus malos actos e intento apoyarlo cuando hace algo bien. No sé si así lo ayudo, pero es la única forma que se me ocurre.
    La verdad es que este mundo virtual ayuda mucho a escupir los males del alma. Todos deberíamos de poder escribirlos.

    Tu hijo me hizo recordar su mirada. No sé.
    Bicos

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  3. Por cierto, gracias por tu oración.

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  4. ¿Qué ha pasado? Iba a empezar con un "Bufff" por lo complicado del tema.

    Mucho ánimo a todos y una oración por él

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  5. Gracias Pater. No os preocupeis, es algo que está muy asumido, lo que pasa es que al ver al hijo de Sunsi, esa mirada me hizo recordar y me puse a escribir.
    Las enfermedades mentales, por momentos, son difíciles de llevar y los blogs son una buena terapia de grupo. jajaja
    Biquiños

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  6. Necesitamos palabras, lentas y precisas.
    Todos necesitamos palabras lentas y precisas.
    ...
    Tengo un amigo enfermo, hemiplégico tras un infarto cerebral.
    La mitad de su cuerpo está lejos, y la otra mitad se esfuerza en llevar el peso de la totalidad.
    Me ha hecho mil faenas, algunas muy gordas.
    ...
    Pero al final estamos él y yo solos.

    Y ambos, él oficialmente enfermo y yo, oficialmente cuerdo, necesitamos lo mismo.

    Palabras lentas y precisas, que nos hagan reorganizar los tejidos neuronales.
    ...
    Hasta el más enfermo de los enfermos, hasta el más cuerdo de los cuerdos las sabe distinguir.

    Es instintivo.
    Sabemos que algunas palabras nos salvan.
    Que algunas presencias nos sostienen.

    De forma natural.

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  7. leles... Se me quedó grabada esta frase: no hay enfermedades; hay enfermos. "Este chaval es listo, es bueno, pero está enfermo". Ninguno es igual. Su conducta, en cambio, es fruto de su enfermedad. Ellos NO QUIEREN ser así. Se asume muy fácil desde lejos. Lo duro es el día a día, el codo con codo. Duro para ellos y para los que conviven con ellos.

    Precioso lo que ha dicho Driver... y real:
    "Sabemos que algunas palabras nos salvan.
    Que algunas presencias nos sostienen".

    De alguna forma este post tuyo de hoy me une de una forma especial a ti... Es bueno sacar, leles. Te recomiendo la lectura de las palabras del Papa a los discapacitados del Instituto San José. Un bálsamo para las heridas de "las enfermedades del alma".

    Un beso muy fuerte y solidario, galleguiña

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  8. Anita... gracias.

    Driver... me quedo con todo lo que me has dicho, de una forma especial con que "...algunas presencias nos sostiene...". Es difícil, sobre todo, para ellos.

    Sunsi... buscaré ese antídoto para el alma del Papa. Ya sé que ellos no quieren ser y comportarse así. Eso mismo es lo que hace difícil su situación y lo que nos confunde a los que estamos con él, que a veces no sabemos cómo reaccionar. Con amor, siempre, pero también con dolor de corazón.

    Gracias chicos por estar ahí. Sois una buena terapia. jaajajaja.

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  9. Si hay algo a lo que los médicos aún no han podido llegar, es a entender lo que sucede en la cabeza para rozar la locura y ser uno a ratos y otra persona al minuto siguiente. Es cierto que es inevitable sentir el dolor que causan algunas palabras, pero cómo saber lo que él siente, si sabe que está ahí mismo pero ni él mismo puede sacar su verdadero yo cuando quiere y el otro le domina la boca, las manos. La mente es poderosa, de eso no hay duda. Ojalá y un día se puedan curar estas enfermedades como mismo se curan otras del cuerpo. Besos y ánimos.

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  10. Por ahora, Lisset, te "drogan", para que tu otro yo no gane y se apodere del que tiene más sensatez. Estas enfermedades son muy difíciles, no duelen pero lastiman y te quitan la libertad, y con ella toda tu felicidad. Es una pena, realmente es una pena, pero bueno, poco a poco se va recobrando la lucidez y todos nos vamos volviendo más "personas".
    Ellos necesitan sentirse queridos, arropados y entendidos. Paciencia, palabras y compañía.
    Y besos, muchos besos... que por ahí dicen que curan... jejejejeje.

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  11. Leles, tengo presente la petición que me hiciste un día sobre este tema, y te aseguro que no la olvido. Un beso, sí curan, lo sé.

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  12. Un fuerte Abrazo Leles, a él también. Duro el post de hoy, pero refleja una realidad irrefutable. Se nota tu cariño, y él lo apreciará... Besos!!

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