martes, 3 de enero de 2012

Luz...

Luz en tu camino, que también es el mío.
Luz que te  abra paso entre tanta niebla que no te deja ver con nitidez.
Luz que alegre tus días tristes y te dé energía para seguir.
Luz que te caliente el alma y que le ponga tiritas.
Luz y Paz. Es mi deseo para ti en este año que llega.

No tomes a mal mis palabras, yo SÍ que quiero lo mejor para ti.
Aunque no me hagas nunca caso…
Recuerda que a los “otros” les resulta muy fácil decirte lo que quieres oír. Lo difícil  es decirte lo que Es, realmente. Ánimo, no hagas caso. Pasa. Diviértete. Disfruta. La vida es muy bella y corta como para hacer mayores los problemas que no los son.

Quiérenos. Quiérete.

Hazlo por nosotros. Hazlo por Él. Pero sobre todo, hazlo por Ti.
Mil besos Mamá...

10 comentarios:

  1. LUCES EN LA NOCHE

    Al anochecer tú,
    buscastes mixtos y velas,
    y junto a la puerta de LA entrada,
    las guardastes y...allí esperas.

    Siempre hay uno en casa,
    que llega tarde ¡pardiez!,
    que se olvida de la hora,
    de quién fue, y de quién es.

    Para ese personaje,
    que llega tarde y con frío,
    encendemos una vela,
    y así me acuesto y...confío.

    Pues al llegar a la casa,
    como el que sale de un río,
    le está esperando una vela,

    que le dice:

    ¡Bienvenido, hijo mío!

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  2. Es muy duro envejecer. Yo quisiera decirle algo parecido a mi madre. Un beso.

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  3. Bonita entrada.

    Al principio pensaba que la escribías pensando en Lewis. No sé por qué.

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  4. Que no te falte a ti nunca esa Luz, Leles, tienes un corazón muy grande. Un beso

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  5. como siempre me emocionas....
    besosxxx

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Muchas gracias por vuestras palabras, pero... no sé. La relación que tengo con mi madre no es como podáis pensar, ni mucho menos. Es rara, atípica, diría. No se explicarlo, pero en mi madre no veo el reflejo que veo en mi a la hora de tratar a mi hija. No es lo mismo, y a veces hasta me duele.
    Está enfadada conmigo porque malinterpretó mis palabras y no quiere atender mis explicaciones. Piensa que no la quiero. Piensa que prefiero a otra familia antes que a ella y muchas cosas horrorosas más.
    Por todo eso y mucho más, mi madre no está pasando por su mejor momento. No creo que ella piense eso de verdad. Prefiero pensar que está enferma y que necesita ayuda, porque sino me dolerían mucho más sus palabras.
    No es la primera vez que en mi familia nos codeamos con una depresión, y ahora pienso que la cosa es muy seria. Veremos cómo le ponemos solución, porque ella, como todas las personas que la padecen, es la primera que no quiere admitirlo, y yo (según ella) ahora tengo la culpa de todos sus males por no entender su situación y pedirle que pase de todo y que disfrute de la vida. Empezamos bien el año.... jajajajaja.

    Bicos!!!

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  8. Mi querida secretaria.
    El motivo de la presente es contarte que en mi familia hay numerosos casos de depresión.
    Mi conclusión tras numerosas guantadas, innumerables patinazos, frecuentes pasadas de frenada y recalcitrantes intromisiones es...
    ...que la mejor medicina es el cariño desinteresado.
    El que lo recibe, tras parapetarse en todo cuanto tiene alrededor para no recibirlo, termina por claudicar. El motivo es simple; lo necesita.
    El que lo da desinteresadamente y sin esperar nada, se fortalece interiormente y crece.
    ...
    Cambia las palabras por abrazos.
    Las explicaciones por cuentos.
    Los regalos materiales por poesías.
    Las comparaciones por paseos.
    ...
    Tal vez, en un primer momento nada de esto te sirva, y no consigas absolutamente nada.
    Pero a la larga, administrarás unas armas que amén de baratas son de larga duración.

    Ten paciencia amiga secretaria.
    Y piensa que cuando las palabras van "cargaditas", lo mejor es no darles la importancia que solemos darles.

    Céntrate en hechos compartibles y olvídate de las frases grandilocuentes.
    Los latinos somos muy brutos expresando nuestras emociones acumuladas.
    Pero no somos malos.
    Simplemente, a veces, somos un poco pesados.

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  9. ¿Cómo va el dancing? yo ya no puedo más...

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