Respiro… hondo… e intento
relajarme.
Apenas veo la televisión, pero lo
poco que me llega me pone de tal mala leche que prefiero hacer oídos sordos e
ignorar todo eso que sale en la ¿caja tonta?. Y me refiero a los telediarios,
noticieros o como ustedes quieran llamarlo.
Me ponen de mala leche, y no
precisamente porque la periodista sepa una chica guapa, sino por lo mal que lo
estará pasando por intentar mantener el tipo mientras cuenta cómo nos están “supuestamente”
robando una pandilla de maleantes.
Pero, a decir verdad, no se
porqué me pongo tan loca, porqué me extraña o porqué ahora me sorprendo, si es
que es lo que se hizo toooooooda la vida (miren quienes eran los que estaban
viviendo por encima de sus posibilidades!!!), pero claro, como ahora ya no hay
cartera que sostenga tanto guante blanco, los chorizos se destapan los unos a
los otros y esto parece Sodoma y Gomorra…
Y venga a sacar noticias de
sobres, de manipulaciones, de hurtos a gran escala, de pagar favores con dinero
público, de cobrar subvenciones en cuentas propias… Así que, aquí me encuentro,
tranquilita, esperando a ver cuándo alguien tiene los Santos Cojones de meterlos a todos en la cárcel y de hacer que
devuelvan todo eso que nos han quitado. Creo que puedo esperar sentada.
Mientras, y a pequeña escala, “los de aquí”, los
cercanos a mi, también siguen robando, siguen metiendo el cazo, por si la vaca
sigue goteando. Y ya de paso, nos siguen dando por culo, haciéndonos creer que
les debemos el oro y el moro porque conservamos nuestro puesto de trabajo (eso
a lo que vamos todos los días puntuales y con el que cumplimos a raja tabla). Miren qué ignorante soy que pensaba que si yo
cumplía, el jefe también lo haría, y que el dar y recibir iban a ser en el
mismo grado. Pues estaba equivocada.
Resulta que ahora tenemos que dar el doble para cobrar la mitad (relación
inversamente proporcional). Qué tonterías tiene una!!!!. Y a eso, señores, ¿tengo que estar
agradecida?. Agradecida a que por culpa de unos pocos de barrigas gordas muchas familias estén pasando hambre?. A que por culpa de los mismos soberbios el paro vaya por no sé qué millón?. A que los pocos que conservan su trabajo, hace tiempo que perdieron su dignidad?. A que esto fomente la erradicación de la clase media?. A que se pierdan todos los derechos por los que pelearon mis abuelos?.
Sólo espero que no me censuren
estas humildes letras escritas desde el más sincero “cariño”… como han hecho
hoy con un diario de tirada nacional… Si es que en el fondo pienso que van a
tener razón ésos que dicen que estamos
viviendo en una dictadura camuflada.
Así que, aquí me tienen,
respirando hondo y tranquila, urdiendo algún plan para poder salir de toda esta
mierda en la que nos han metido.
¿Alguien se apunta conmigo?