miércoles, 27 de octubre de 2010

Sara quiere agua...

Es lo de todas las noches.
Llegan las ocho de la tarde (ahora casi noche), y Sara aún conserva la energía desbordante de la mañana (me pregunto cómo lo hará??). Empezamos la rutina......
Primero toca baño; enciendo el calefactor para caldearle el ambiente (tenemos la calefacción puesta, pero ese baño está situado hacia el norte y siempre es más fresco). Mi dulce terremoto ya sabe que hay fiesta de la espuma y se pone en la puerta haciendo fuerza para entrar... La dejo pasar, y mientras no está lo suficiente caldeado, preparamos la bañera. Sara corretea alocada de un lado para otro, mientras intenta buscar a su pato (que ya está dentro de la bañera), también aprovecha mis descuidos para tirar del papel, darle al _"brise 1 toque", ponerse encima de la báscula, sacar las toallitas húmedas, cogerme las botellitas de colores de adorno y abrir el armario donde están los roll on para hacer que se echa uno. A estas alturas ya le reñí un par de veces, la primera cuando se subió a la báscula (es de cristal y le mete unos meneos) y la segunda cuando veo las toallitas por el suelo. La desnudo, se ríe tocándose las tetitas y el ombligo, hace pis (en el báter eh!!!!!) y ¡a la bañera!.
Después de un buen rato de juegos, ya casi cuando los pies están arrugados como pasas y el pijama de mamá ya no tiene un punto de seco, damos por finalizado el baño. La seco, hidrato,le pongo el pijama, arreglamos el pelo, zapatillas y bata, unas gotas de colonia y.....ala! a correr otra vez!!!! (menos mal que el baño los relaja!!!!!!!!!!). Con estas ya nos dan casi las nueve.

Mientras tanto, papi, si Martín se lo permite (que suele portarse bien), le va haciendo el bibe al terremoto-princesa. Y es que nadie mejor que papá prepara los bibes de las noches.

Se toma la leche con los cereales sin protestar, aunque siempre deja la cortesía (por algo es gallega...jajajajaj), se mete su chupete (amigo fiel de las noches y de los malos momentos) y...... llega la hora.
Se hace la despistada y sigue con "sus movidas" pese a que hace rato se la avisó de que tenía que recoger los juguetes porque había que irse a la cama para descansar y dormir. Al final acabo arrodillada, con ella, ordenando todas y cada una de las fichas esparcidas por el suelo. Al acabar, sale corriendo, en estampida, riéndose, para que la pille. Cuando consigo engancharla, la abrazo fuerte, le doy el beso de buenas noches al mismo tiempo que papi y, a dormir!!!!.
Con la puerta de la habitación abierta, una minilamparita de cristal verde pistacho encendida (con luz muy tenue), acomodo a Sara en su camita. La meto en su sábana fantasma (porque no nos queremos caer de la cama y hacernos daño), le acurruco el cocodrilo grande, ese que se le antojó a papi un día en ikea, le doy su gasa, la tapo y la vuelvo a besar deseándole una feliz noche. Reconozco que es una de las partes del día que más me gusta....jejejeje.
Sara no se quiere despegar de nosotros, por ella, seguiríamos jugando a hacer torres tooooodo el día con su noche incluída. Seguiríamos jugando con el cubo de juegos con música y colores. Seguiríamos paseando a la tortuga ruidosa. Pero.... ahora toca dormir.
La dejo en su habitación hablando con su rana (esa que le canta canciones y nanas y le dice lo mucho que la quiere), y, cuando ya no puede más, cuando sus párpados son incapaces de mantenerse abiertos, cuando el calorcito de la cama la invade, justamente ahí es cuando se acuerda de que tiene sed, y escucho desde la cocina..."mamáaaaaaaaaa aguaaaaaaa". Acudo a su auxilio y en cuanto me ve, se muere de risa..... y es que, realmente no quiere beber, lo que quiere es que me siente a su lado a acariciarle el pelo mientras hace que bebe. Y a mi no me importa su picardía, no me importa dejar la cena, porque yo también quiero sentarme a su lado y acariciarle el pelo hasta que se quede dormidita.
Sé que algún día, ese bebé que hoy me quiere engañar con el agua para no separarse de mi, se hará mayor y ya no querrá que le acaricie y le dé mimos.
Sé que estas rutinas son efímeras, por eso las disfruto a tope. Después me quedará el dulce recuerdo de haberlas vivido, y siempre volverá a mi memoria esas noches en las que Sara quería agua...

2 comentarios:

  1. "carpe diem", que gran verdad, yo muchas veces me siento renegada porque mis tres hijas me agotan, me atosigan y requieren toda mi atencion, pero cuando tengo un ratito y pienso en lo rapido que pasa el tiempo, que la mayor ya tiene 10 años, la otra 8 y la pequeña 4 años, y que dentro de muy poquito no me necesitaran, y yo suspirare y rogare porque me pidan aunque solo sea un consejo, entonces es cuando se me recargan las pilas y no me importa lo muchisimo que ahora me absorben, ya que llegara el dia en que lo eche de menos.
    APROVECHA AHORA TODOS ESOS MOMENTOS, ACHUCHALA, MIMALA EN FIN...CARPE DIEM
    besosxxx

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo, esa tb es mi razón para recargar pilas. Y tú con tres peques en casa lo necesitas más que yo. Realmente no sé de donde sacas tiempo para hacer esas preciosidades que dp nos muestras en tu blog.
    Bicos

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